El amanecer de la sonrisa en el Arte

El Profeta Daniel y la felicidad de la fe en el Pórtico de la Gloria (1168-1188) de la Catedral de Santiago de Compostela

Ricardo da COSTA

Trabalho apresentado no Icon-huma 2025
(Congreso Internacional online Humanidades y Conocimiento)
Orgs.: Universitat d'Alacant, Cátedra Unesco,
Siped - Società Italiana di Pedagogia,
Seu Universitària de La Nucia, IVITRA, Grupo KIOBUS.
 

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Abstract (extended): This work aims to be a brief analysis of the emergence of the Smile in Medieval Art, specifically in the Portico da Glória (1168-1188) of the Cathedral of Santiago de Compostela (Galicia, Spain), a true masterpiece of Romanesque Art by Master Mateo (c.1150-1227), Architect and Sculptor in the service of Ferdinand II (c.1137-1188), King of León and Galicia. In the Portico, the sweet smile on the face of the Prophet Daniel’s statue, sculpted directly into one of the columns, is an expression of sensitivity hitherto unprecedented in the History of Art, and a paradigm that preceded what has been called the Positive Psychology of Gothic civilization. The smile had already appeared in Archaic Greek Art – and in some isolated manifestations in the East (Mesopotamia) and in Etruscan art. However, after the expansion of Roman culture throughout the Mediterranean, its discipline, severity, and realism (Verism) restricted aesthetic expressions to the point of causing the disappearance of any manifestations of joy or happiness in Art. This artistic scenario intensified with the arrival of the Germanic peoples, barbarian peoples who were unfamiliar with Architecture, Sculpture, Drama, and formal Education. Very gradually, with the conversion of the barbarian peoples and their slow acculturation between the 6th and 10th centuries, after the consolidation of European Christian theological culture, there was a gradual relaxation of artistic expressions, to the point that smiles finally appeared in the sculptures of statues on Gothic columns (late 13th Century), especially in those of French territories (the sculptures were not yet carved independently of the columns and walls, as in Greco-Roman Art – and therefore were an integral part of the architectural design of the cathedrals). In addition to the expansion and growth of urban cities, two aspects of medieval culture contributed to this phenomenon: 1) the popular outpouring of Marian devotion, accepted by the Church as a beautiful sign of the faithful’s love for the Mother of God, and 2) the (revolutionary) emergence of Courtly Love in the higher social strata, originated from the feudal aristocratic courts, especially in southern France, which softened the relationship between the sexes and catapulted (noble) women to the forefront of Poetry and Music. These two social movements, religious and civil, led the societies of the time to soften their social interactions, to relate in a gentler way (at least among the nobles), and stimulate artistic expression. It was, as the writer and historian of the Year 1000, Rodulfus Glaber (985-1047), said “…when Europe covered itself with a white mantle”, such was the zeal and care in embellishing its religious buildings. Concurrently, pilgrimages to Santiago de Compostela from all over Europe led the Church and the local nobility to prematurely focus on financing the embellishment of their Cathedral, to the point of encouraging the construction of the Portico of Glory. This allowed Master Mateo and his guild of Galician artisans to compose the dazzling smile on the face of the Prophet Daniel’s statue, an indication of the aesthetic maturity of medieval Christianity and its expressive originality. More than that: the Galician-Romanesque smile of the prophet Daniel records the precocity of the European Romanesque Art’s artistic originality. The gentleness of its expression, combined with the sweetness of its chromatic palette (recently restored thanks to funding from the Fundación Barrié), welcomed the European pilgrims who flocked to the Cathedral to visit the tomb of the Apostle James, demonstrating the generous capacity of the Church to spiritually accommodate the existential aspirations of medieval societies. In our conclusion, we relate the comprehensive medieval trinomial – Love, Smile, Flower – to a Brazilian Bossa Nova song Meditation (1959), by maestro Antonio Carlos Jobim (1927-1994) and lyricist Newton Mendonça (1927-1960), to show that medieval aesthetic foundations resonated in the following centuries and even landed in 20th-century New World music, in one of its last delicate poetic-sonic expressions. 

Keywords: Portico of Glory – Master Mateo – Romanesque Art – Column Statue – Prophet Daniel.

Imagen 1

De izquierda a derecha, detalles de las estatuas-columnas de los profetas Jeremías, Daniel, Isaías y Moisés. Pórtico de la Gloria, pilar figurativo a la izquierda del arco central.

Una de las imágenes más estereotipadas (¡y persistentes!) sobre la Edad Media es la de un período histórico triste, antropológicamente pesimista, época oscura, de opresión, amargura e infelicidad.1 ¡Tiempo de una muchedumbre incluso incapaz de sonreír!2

Por el contrario, sabemos que la mayoría de las personas era feliz3; sus celebraciones, abundantes4; el amor, expreso a través de su Música5 y de su Poesía6; el cuerpo, tratado con dignidad.7 ¿Y Dios? Muchos lo imaginaban jugando, pues Él creó el universo con amor, sonriendo.8

En el Arte, la sonrisa fue representada por primera vez en la Antigüedad.9 Particularmente en Occidente, en la Grecia Arcaica (800-480 a. C.). Sus primeras esculturas mostraban una leve sonrisa arcaica, especie de palpitar primitivo de sensibilidad psicológica.10

Sin embargo, con el florecimiento del Arte Griego Clásico (c. 480-523 a. C.)—y posteriormente con la Severitas romana y su Realismo (en el Arte, llamado Verismo, c. 147-30 a. C.)11— la sonrisa prácticamente desapareció de las expresiones escultóricas.

Imagen 2

Estatuas-columnas de los profetas Jeremías, Daniel, Isaías y Moisés. Pórtico de la Gloria, pilar figurativo en el lado izquierdo del arco central.

Peor aún: con la llegada de las culturas bárbaras tras la caída del Imperio Romano del Occidente (476 d. C.) —e incluso con los rudimentarios micro cristianismos surgidos a partir de sus conversiones12 — el amor y la sonrisa ni siquiera fueron considerados en sus formas artesanales.

Fue necesario esperar al contexto cultural del siglo XII13, siglo del Arte Románico y su intensa simbología artística14, época del surgimiento del amor cortés en el mundo secular15 y de la devoción mariana en el mundo religioso16, para que los artesanos de las culturas medievales pudieron crear formas cada vez más suaves, hasta que surgió la sonrisa de la plenitud existencial: tranquila, serena. Feliz.

En el Pórtico de la Gloria (1168-1188) de la Catedral de Santiago de Compostela, obra maestra románica del Maestro Mateo (c. 1150-1227), arquitecto y escultor al servicio de Fernando II (c. 1137-1188), rey de León y Galicia, la estatua-columna del profeta Daniel sonríe. Sobre ella se alza un largo papiro con la inscripción: “DANIELIS PROPHETE ECCE ENIM DEUS NOSTER QUEM COLIMUS” (El profeta Daniel: He aquí nuestro Dios, a quien adoramos). Es parte de la respuesta que los judíos dieron al rey Nabucodonosor cuando se negaron a adorar una estatua de oro.17

La estatua-columna de Daniel se alza junto a la de Jeremías (a su derecha) y la de Isaías (a su izquierda), siguiendo el orden exacto de los Libros Proféticos de la Biblia.18 La última de las cuatro es la de Moisés (imagen 2). Curiosamente, la figura de Daniel es la única que representa a un hombre joven, rubio e imberbe. ¡Y sonriendo!

¿Por qué? Primero consideremos su inocente juventud. Una posible explicación reside en el éxito del relato bíblico de Susana y los ancianos en la Edad Media.19 En él, Daniel es presentado como un joven adolescente.20 ¿Y su sonrisa, acaso no es nueva? ¿No es posible que sea una dulce expresión de su felicidad por haber sido salvado del foso de los leones gracias a su fe?21

Cualesquiera que sean las razones estéticas que podamos ofrecer para comprender el florecimiento de la sonrisa en el Arte Románico del Pórtico de la Gloria, el contraste entre la estatua-columna de Daniel y las demás en el pilar izquierdo del arco central es tan llamativo que convierte su imagen sonriente en uno de los elementos más icónicos del Pórtico y en una de las más altas expresiones del Naturalismo del arte del Maestro Mateo.22

Las expresiones corporales graves pero a la vez suaves de las estatuas-columnas, su intenso cromatismo, el denso drapeado de las figuras, las inclinaciones de las cabezas y las variadas direcciones de las miradas, pero sobre todo, la tierna sonrisa del profeta Daniel, todo ello presagia el delicado espíritu del Arte Gótico que surgiría un poco más tarde, lo que confiere al Pórtico de la Gloria una novedad estético-expresiva y una originalidad artística hasta entonces desconocida en las formas escultóricas desarrolladas por los maestros artesanos medievales.

Conclusión

Quien creyó / en el amor, en la sonrisa y en la flor, / entonces soñó, soñó / y perdió la paz; / el amor, la sonrisa y la flor / se transforman demasiado rápido. / Quien, en el corazón / albergó la tristeza de ver / todo esto se perder. / Y en soledad / buscó un camino y lo siguió, / ya sin creer en un día feliz. / Quien lloró, lloró / tanto que su llanto ya secó. / Quien regresó / al amor, a la sonrisa y a la flor, / entonces todo encontró. / Pues el propio dolor / reveló el camino del amor / y la tristeza terminó (Meditación, de Tom Jobim y Newton Mendonça).23

Alguien podría preguntar: ¿por qué comenzar la Conclusión de una investigación sobre el Arte Medieval Románico (gallego) del siglo XII con la poética letra de una canción latinoamericana de Bossa nova brasileña del siglo XX? Por una sencilla línea de su poesía: el amor, la sonrisa y la flor. ¿Y qué relación ella tiene con el Arte de la Edad Media? Se trata de un trinomio comprensivo nacido en Occidente, precisamente en el corazón de la Música, de la Poesía y del Arte medievales. Tiene sus raíces tanto en el Periodo Románico como en el amor místico de San Bernardo de Claraval (1090-1153)24 y el amor cortés de los trovadores.25

Más: sin esta sensibilidad y delicadeza, sin esta comprensión y mirada amorosa que se conmueve ante la dulzura de los ojos de los artistas, compositores y artesanos —todos ellos siempre en busca de la belleza, de lo Bello26— no es posible apreciar el Arte en toda su amplitud estética.27

Naturalmente, no nos referimos a todas las esculturas del Pórtico de la Gloria, sino solo a aquellas que consideramos imágenes síntesis de la revolucionaria propuesta visual que el Maestro Mateo y su taller llevaron a cabo en la entrada de la nave de la Catedral de Santiago de Compostela. En especial, la impresionante estatua-columna del profeta Daniel y su generosa y acogedora sonrisa a los peregrinos medievales —y contemporáneos— (imagen 3).

Imagen 3

Rostro de la estatua-columna del Profeta Daniel. Pórtico de la Gloria, pilar figurativo situado a la izquierda del arco central.

Esto se debe a que la labor de restauración de la paleta cromática del Pórtico de la Gloria, gracias al mecenazgo de la Fundación Barrié (2009-2018), permitió al arte contemporáneo apreciar plenamente de nuevo la originalidad, la grandeza y la refinada elegancia del arte románico gallego.28 Con la sonrisa, la música, el color y el esplendor que caracterizaron el Arte Medieval para la posteridad.29

 

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Bibliografía

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Notas

  • 1. Uno de los trabajos más recientes para desmentir este perdurable estereotipo es MITRE FERNÁNDEZ, Emilio. Desprecio del mundo y alegría de vivir en la Edad Media. Madrid: Editorial Trotta, 2017.
  • 2. Esta idea se popularizó con el éxito mundial de la película El nombre de la rosa (1986), coproducción italo-francesa-alemana dirigida por Jean-Jacques Anaud (1943-) con guion de Alain Godard, Andrew Birkin, Gérard Brach y Howard Franklin, y basada libremente en la novela histórica de misterio homónima (publicada en 1980) de Umberto Eco (1932-2016). ECO, Umberto. O Nome da Rosa. Rio de Janeiro: Record, 2018.
                Para una perspectiva histórica matizada sobre el tema (lo que se consideraba pecaminoso, incluso demoníaco, era la carcajada, ¡no la risa!), MINOIS, Georges. História do Riso e do Escárnio. São Paulo: Editora UNESP, 2003.
  • 3. “No cabe duda de que Europa vivió un periodo de bienestar individual entre 1350 y 1550. (...) Esta es la paradoja que debemos estacar, dada la idea simplista y extendida de que cuanto más nos remontamos en la Edad Media, mayor es la infelicidad. De hecho, cuando hablamos del nivel de vida de la gente común, es decir, de la mayoría, ocurre lo contrario. (...) Antes de 1520-1540, en el aun escasamente poblado Languedoc, campesinos y artesanos comían pan blanco. El deterioro se intensifica a medida que nos alejamos del ocaso de la Edad Media y continúa hasta mediados del siglo XIX.” (énfasis añadido) – BRAUDEL, Fernand. Civilização Material, Economia e Capitalismo. As Estruturas do Cotidiano. Séculos XV-XVIII. São Paulo: Martins Fontes, 1995, p. 254.
  • 4. LADERO QUESADA, Miguel Ángel. Las fiestas en la cultura medieval. Barcelona: Areté, 2004.
  • 5. Por ejemplo, COSTA, Ricardo da; GABY, André; HARTMANN, Ernesto; RIBEIRO, Antonio Celso; SILVA, Matheus Corassa da. “Um tributo à arte de ouvir. O amor cortês nas cançons de Berenguer de Palou (c. 1160-1209)”. IneHumanista/IVITRA 15 (2019), p. 396-455.
  • 6. DE RIQUER, Martín. Los trovadores. Historia literaria y textos (prólogo de Pere Gimferrer). Barcelona: Ariel, 2012.
  • 7. COSTA, Ricardo da. “Estética do Corpo na Filosofia e na Arte da Idade Média. Texto e imagem”. In: Trans/form/ação, Marília, v. 35, p. 161-178, 2012, Edição Especial.
  • 8. “Dios juega. Dios crea jugando. Y el hombre debe jugar para vivir una vida humana, así como es en el juego donde encuentra la razón más profunda del misterio de la realidad, que reside en que Dios la «juega». Bastaría con enunciar estas tesis —como veremos, fundamentales para la filosofía del principal pensador medieval, Tomás de Aquino— para notar de inmediato que, entre los diversos prejuicios que aún existen contra la Edad Media, uno de los más injustos es el que la concibe como una época que ignoró (o incluso combatió...) la risa y el juego.” – LAUAND, Jean. “Deus Ludens - O Lúdico no Pensamento de Tomás de Aquino e na Pedagogia Medieval”. InNOTANDUM 7.
                La idea de la creación del universo como una obra feliz y amorosa, un acto generoso de la divinidad es antigua: ya Aristóteles comenta un pasaje de Parménides: “[...] al reconstruir el origen del universo, dice: ‘Primero entre todos los dioses, la Diosa produjo el Amor’, mientras que Hesíodo dice: ‘Antes de todas las cosas existía el Caos, luego surgió la tierra del vientre amplio y el Amor que resplandece entre todos los mortales’.” – ARISTÓTELES. Metafísica (ensaio introdutório, texto grego com tradução e comentário de Giovanni Reale). São Paulo: Edições Loyola, 2005, volume II, Livro Primeiro (A), 984b, 25-30, p. 21-23.
  • 9. Por ejemplo, la Estatua del superintendente Ebih-Il (Mesopotamia c. 2400 a. C., Louvre) y el Sarcófago de los Esposos (siglo VI a. C., Terracota, 1,14 × 1,9 m, Museo Nacional Etrusco, Vila Giullia, Roma).
  • 10. PISCHEL, Gina. História Universal da Arte 1. São Paulo: Melhoramentos, 1966, p. 90.
  • 11. SIEBLER, Michael. Arte Romana. Taschen, 2008.
  • 12. WICKHAM, Chris. O legado de Roma. Iluminando a idade das trevas, 400-1000. Campinas, SP: Editora da Unicamp, Imprensa Oficial do Estado de São Paulo, 2019, p. 253-294 y 331-354.
  • 13. NUNES, Rui Afonso da Costa. Gênese, significado e ensino da filosofia no século XII. Campinas, SP: CEDET, 2020, p. 213-282.
  • 14. DAVY, Marie-Madeleine. Iniciación a la simbología románica. El siglo XII. Madrid: Ediciones Akal, 2007.
  • 15. DE RIQUER, Martín. Vidas y amores de los trovadores y sus damas. Barcelona: Acantillado, 2004.
  • 16. TORRES JIMÉNEZ, Raquel. “La devoción mariana en el marco de la religiosidad del siglo XIII”. In: ALCANATE. Revista de Estudios Alfonsíes. Universidad de Sevilla, Volumen X, 2016/2017, pp. 23-59. El volumen es dedicado al culto y a la devoción marianas en el tiempo de Alfonso, el Sabio (1221-1284).
  • 17. Dn 3, 17.
  • 18. Se las llama estatuas-columna porque, en el período románico, las esculturas aún no se habían independizado de los muros (o columnas): eran parte integral de la estructura arquitectónica. GEESE, Uwe. “La escultura románica”. In: TOMAN, Rolf (ed.). El Románico. Arquitectura – Escultura – Pintura. Barcelona: H. F. Ullmann, 2012, p. 256-323.
  • 19. COSTA, Ricardo da; NEVES, Alexandre Emerick. “Volúpia e Desejo. Susana e os Anciãos na Arte”. In: COSTA, Ricardo da. Visões da Idade Média. Santo André, São Paulo: Editora Armada, 2019, p. 289-310.
  • 20. Dn 13, 14.
  • 21. Dn 6, 17-24.
  • 22. TEÓFILO PIÑEIRO, José Luis (ed.). El Pórtico de la Gloria. Una película rodada en piedra. Teofilo edicions, s/d., p. 171.
                El Naturalismo es un concepto que alude a un enfoque artístico en el que el artista intenta representar los objetos tal como los observa empíricamente, sin depender de un estilo condicionado por prejuicios intelectuales u otros factores. (...) Bellori (1672) fue el primero en utilizar el término para referirse a los seguidores de Caravaggio, aludiendo a la fiel copia de la naturaleza, independientemente de su belleza o fealdad. Sin embargo, el naturalismo no es incompatible con la idealización de la naturaleza. (...) Los términos naturalista y realista a veces se usan como sinónimos, pero el término realismo tiene un significado preciso en la historia del arte y no debe usarse de forma imprecisa. CHILVERS, Ian (ed.). Dicionário Oxford de arte. São Paulo: Martins Fontes, 2007, p. 372-373.
  • 23. El concepto del espíritu gótico ha sido reinterpretado (y valorado) en un contexto contemporáneo. Por ejemplo, GAJDOŠOVÁ, Jada; REEVES, Matthew. Gothic Spirit: Medieval Art from Europe. Sam Fogg Publisher, 2020, fruto de una exposición (de 25/01 a 07/03/2020) de la Galeria Sam Fogg en parcería con Luhring Augustine, en Londres, Chelsea: Gothic Spirit: Medieval Art from Europe.
  • 24. Esta canción fue grabada por primera vez por Isaura Garcia (1923-1993) en 1959 y Carminha Mascarenhas (1930-2012) en 1960, antes del LP O amor, o sorriso e a flor (1961), el álbum debut de João Gilberto (1931-2019). JOBIM, Helena. Antonio Carlos Jobim. Rio de Janeiro: Editora Nova Fronteira, 1996, p. 295, 301 e 302. Para el contexto de la Bossa nova, CASTRO, Ruy. Chega de Saudade. A história e as histórias da Bossa Nova. São Paulo: Companhia das Letras, 1990.
  • 25. COSTA, Ricardo da. “O verdadeiro amor nasce de um coração puro, de uma consciência boa e de uma fé sincera, e ama o bem do próximo como se fosse seu. A mística de São Bernardo de Claraval”. In: COSTA, Marcos Roberto Nunes (org.). A Experiência humana do divino. Perspectiva Filosófica. Recife, v. I, n. 35, jan./jun. 2011, p. 125-140.
  • 26. DUBY, Georges. “Arte e Sociedade”. In: DUBY, Georges; LACLOTTE, Michel. História Artística da Europa. Tomo I. A Idade Média. São Paulo: Editora Paz e Terra, 1997, p. 62.
  • 27. WIRTH, Jean. “Beau”. In: CHARRON, Pascale & GUILLOUËT, Jean-Marie (dir.). Dictionnaire d’Histoire de l’Art du Moyen Âge Occidental. Paris: Éditions Robert Laffont, 2009, p. 124-126; CASTRO, José Acácio Aguiar de. O sentido do belo no século XII e outros estudos. Lisboa: Imprensa Nacional-Casa da Moeda, 2006, p. 9-18.
  • 28. Una interpretación distinta, opuesta a la nuestra (y supuestamente “consciente”): “La canción se publicó en 1960, en el tercer álbum de João Gilberto, que llevaba precisamente el título de su verso más emblemático: El amor, la sonrisa y la flore. El trío se convirtió en una especie de síntesis del movimiento. Para bien o para mal, se hizo convencional decir que la bossa nova era esto: un grupo de jóvenes bronceados y de buena familia dedicados a cantar sobre amor, sonrisas y flores. Con el tiempo, este rasgo se interpretó como alienación, una falta de sensibilidad hacia los problemas del mundo (énfasis añadido)”. – “Meditação”. In: Memórias da ditadura. 09 anos.
  • 29. La Fundación Barrié es una “[...] fundación gallega patrimonial dedicada desde su creación a la mejora de las condiciones económicas y sociales de nuestra tierra.” – Fundación Barrié. Quiénes somos.

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